Todo comenzó con la idea de acelerar el proceso de fabricación textil mediante la producción de hilo directamente en la máquina de punto. El resultado es la revolucionaria Corizon, que permite a los operarios desarrollar y ajustar las características del hilo y de los materiales utilizados directamente desde la máquina. Se crean tejidos y telas de vestir totalmente nuevos que ofrecen una gran comodidad al ser usados.
Los procesos de producción de hilo y tejido de punto industrial en sí mismos no son la novedad. Las primeras instalaciones de hilado y tejido de punto industriales aparecieron en el siglo XVIII. En 1871, la compañía de Charles Terrot ya había distribuido 500 unidades de su máquina de punto circular. Utilizadas para producir ropa interior de punto, estas máquinas establecieron nuevos estándares en calidad y eficiencia.
150 años más tarde, Terrot está lista una vez más para revolucionar el campo de la producción textil con su último desarrollo, presentado en la feria 2015 ITMA. Por ahora, la idea original de reducir el proceso de fabricación textil ha superado los beneficios más impresionantes. "La nueva tecnología otorga a la máquina de punto mucha más libertad y la acerca mucho más a las necesidades de sus clientes", explica el socio director de Terrot, Thomas Mutschler. Con el hilo Corizon, se pueden controlar directamente las propiedades del tejido acabado de forma que sea producido exactamente en la forma que se necesita ".
Reinventando el proceso
El proceso de fabricación textil comienza con hilado - una de las artesanías más antiguas jamás realizadas por seres humanos - gracias a este proceso, una masa de fibras de longitud finita se unen para formar un hilo continuo. El proceso comienza con la limpieza de las fibras, la mezcla y el cardado para después ser estiradas y trenzadas. Finalmente, el hilo se bobina en un carrete y se almacena para su posterior procesamiento.
En la máquina de punto, el hilo se desenrolla de varias bobinas y se introduce en la máquina en paralelo. En los pasos siguientes se realiza el procesamiento mecánico y químico y, luego, el material acabado ya está listo para el sastre. "Nuestra idea inicial era acercar la producción de hilo a la máquina de punto", explica Michael Lau, que ha sido el responsable de investigación y desarrollo para Terrot desde que completó su licenciatura en la fabricación de maquinaria textil. "No es habitual tener la oportunidad de reinventar por completo una de las tecnologías más antiguas del mundo. Pero con la Corizon, eso es exactamente lo que hicimos".
El hilo Corizon consiste en un filamento que forma el núcleo envuelto con haces de algodón o fibras sintéticas que se conoce como una mecha - un producto intermedio del proceso de hilatura. Aunque parece un hilo grueso, la mecha todavía no se ha estirado completamente, por lo que se rompe con facilidad y debe ser desenrollada muy suavemente desde el carrete. En un proceso continuo de múltiples etapas, la fibra se trenza alrededor del filamento núcleo con una tensión definida. "No sería posible enrollar el hilo en un carrete de esta forma", explica Mutschler. "Así, ya durante el proceso de creación del tejido de punto, la Corizon da un tacto único y especial al producto final."
La sincronización precisa es la clave
Uno de los requisitos fundamentales para el proceso de Corizon es sincronizar con precisión unas 100 bobinas individuales a medida que se pasa del proceso de hilado al de tejido de punto. Cada sistema de hilado individual debe producir exactamente la misma cantidad a lo largo del proceso continuo. Ello se consigue utilizando varios servoaccionamientos desacoplados mecánicamente, cuyas ratios de acoplamiento pueden definirse libremente en el HMI. La servotecnología debe regular las velocidades con una precisión absoluta, ya que cualquier desviación podría causar defectos en el producto final. "Ya hacía tiempo que un patrón de muaré afectaba a la calidad del producto, y sospechábamos que el problema estaba relacionado con la tecnología que empleábamos", explica Lau. No fue hasta que se desarrolló el nuevo proceso que la máquina no hizo evidente que la tecnología de control resultaba insuficiente.
A menudo la maquinaria textil se utiliza en lugares expuestos a cortes de corriente. Si se produce una parada no controlada, pueden romperse muchas hebras de hilo y causar defectos materiales. En el peor de los casos, esto puede significar de 4 a 5 horas de inactividad hasta que se han sustituido todas las hebras y la máquina vuelve a funcionar. Por ello, la tecnología de servoaccionamiento debe estar diseñada para que las operaciones de parada y arranque sean lo más seguras posibles en cualquier circunstancia.
"Con Corizon vamos a revolucionar la producción textil. Esta tecnología se basa en la sincronización precisa de todos los devanados del hilo. La comunicación POWERLINK y la tecnología de servoaccionamiento de B&R nos ofrecen el rendimiento que necesitamos". Thomas Mutschler, Socio Gerente de Terrot
La sofisticación como estándar
"El personal de la oficina de Leipzig de B&R detectó la causa del problema y ofreció una solución allí mismo, en nuestro primer encuentro", recuerda Lau. "Fue como un cuento de hadas. En realidad no nos lo creímos hasta que recibimos su equipo de prueba, sólo 3 semanas después, y vimos la calidad con nuestros propios ojos". La solución de automatización ofrece el servoaccionamiento ACOPOS de B&R y el protocolo Ethernet POWERLINK; ambos tienen como característica estándar la sincronización en microsegundos. Tanto el hardware como el software son productos estándar, e incluyen el eje de amortiguación electromecánico, por medio del cual un servomotor mueve un volante de inercia de 3 kilogramos a más de 6000 revoluciones por minuto. Si se produce un corte de corriente, la energía rotatoria acumulada genera la energía eléctrica suficiente como para que la máquina realice una parada controlada. La rotura de los hilos debido a fallos de alimentación ya es cosa del pasado.
Este diseño del servoaccionamiento permite que los parámetros del hilo puedan ser ajustados con gran precisión durante el funcionamiento. Éstos incluyen la cantidad de hilo devanado, la finura del hilo Corizon y la tensión del filamento del núcleo. Estos parámetros se definen en el panel del operario y pueden ser modificados sin interrumpir la producción ni realizar ajustes mecánicos. Este proceso permite a los operarios de las máquinas de punto experimentar con el producto terminado en tiempo real e incluso producir diseños exclusivos en pequeños lotes.