Piezas de superpolímero personalizadas bajo demanda
Roboze ha equipado su impresora 3D insignia, la ARGO 500, con una avanzada solución de automatización de B&R. La impresora integra la fabricación aditiva en el flujo de trabajo de la producción industrial con una alta precisión repetible y un control total del proceso. Reduce los plazos de entrega y disminuye el coste de la creación de componentes metálicos de sustitución personalizados que se utilizan en condiciones extremas en sectores como el aeroespacial, el energético y el automovilístico.
La tecnología aditiva es muy prometedora para ayudar a los fabricantes a satisfacer las cambiantes demandas del mercado. Sin embargo, hasta ahora, los resultados inconsistentes y la falta de integración industrial han impedido que las impresoras 3D ocupen un lugar junto a las máquinas herramienta tradicionales en la planta. "Nuestra colaboración con B&R ha demostrado que, si se diseñan desde el principio como máquinas industriales totalmente conectadas, las impresoras 3D pueden hacer mucho más que crear prototipos", afirma el fundador y director general de Roboze, Alessio Lorusso. "Gracias a la solución de automatización avanzada que hemos desarrollado con B&R, la tecnología aditiva de Roboze liderará el camino hacia el futuro de la fabricación adaptativa".
Control exhaustivo y conectividad
La ARGO 500 ofrece un control totalmente automatizado de cada paso del proceso de impresión a alta temperatura. Tras cada ciclo de impresión, genera un registro completo de datos del proceso para crear un modelo digital y permitir la certificación automática de cada pieza producida. La conectividad remota permite el diagnóstico predictivo para maximizar la disponibilidad y la productividad, a la vez que permite que el ARGO 500 evolucione con el tiempo con funciones, parámetros e inteligencia fácilmente actualizables.
Precisión mecatrónica
El avanzado sistema de control y la tecnología sin correa patentada por Roboze aumentan la velocidad de impresión y ofrecen una precisión repetitiva seis veces superior a la que se puede conseguir con las impresoras accionadas por correa. Esa precisión es fundamental, ya que la ARGO 500 imprime superpolímeros y materiales compuestos que sustituyen a las aleaciones metálicas en aplicaciones en las que están sometidas a altas temperaturas, productos químicos abrasivos y tensiones mecánicas extremas. Las piezas deben cumplir requisitos muy exigentes en cuanto a las propiedades de los materiales y las tolerancias dimensionales que hasta ahora sólo se podían conseguir con procesos tradicionales como el moldeo por inyección o el mecanizado CNC.
"Gracias a nuestra visión compartida del futuro de la fabricación y a la gran experiencia de B&R en el control y la automatización industrial, estamos orgullosos de decir que la ARGO 500 representa el estado del arte de la tecnología de impresión 3D industrial para superpolímeros y materiales compuestos", afirma Lorusso. "Juntos, estamos en camino de lograr nuestro objetivo de cambiar la forma de producir objetos".